jueves, 23 de diciembre de 2010

LA RIOJA DESDE LAS ESPAÑAS O LAS ESPAÑAS DESDE LA RIOJA

Reflexiones de un riojano
Pedro Zabala
De las 17 Comunidades Autónomas con se parceló el Estado español después de la Constitución vigente La Rioja es la más pequeña y seguramente la más desconocida para la mayoría de los españoles. Estuvo en un tris de no poder ni siquiera alcanzar la cota autonómica y quedarse reducida a otra provincia o de Castilla-León como pretendían UCD y AP o de Euzkadi como defendían PSOE e IU. Sólo la presión popular logró que se encaminase por el camino de una autonomía en solitario.
Para quienes el Estado de las Autonomías es un mal sucedáneo de nuestra visión plural y federativa, en nuestro horizonte se encuentra la configuración de las Españas. Y a este tenor va ir encaminada esta reflexión, partiendo de mis raíces riojanas. De todas, de las visibles a simple vista –y muchas veces usadas como tópico turístico- y hasta de las más escondidas y no por ello menos auténticas. Todas ellas conforman nuestro legado intrahistórico que condiciona nuestras posibilidades de acceder a un futuro auténticamente nuestro.
Partiré de lo que entiendo por Españas. Pueblos que hace siglos comparten nuestro suelo. Son realidades históricas a las que siglos de centralismo no han logrado aplastar, Son plurales y están estrechamente interrelacionadas más allá y por debajo de la superestructura estatal que pretende darles unidad y lo que suele hacer es tratar de ahogarlas. Una característica primordial de esa diversidad plural es que carecen de ese igualitarismo geométrico que parece orientar al Estado de las Autonomías. Cada una es cada una, con sus peculiaridades, su historia, sus necesidades, las pretensiones de sus gentes, sus esperanzas y sus temores. Y la única manera de que nos entendamos todos es dejar que cada cual elija su camino, puede que esto provoque alguna confrontación, pero sólo después y en un respeto mutuo podrá surgir el consenso civilizado, el pacto de una vida en común, por un camino que no será un callejón estrecho, sino una red de autovías que se dirigirán a un horizonte más solidario y libre.
Alguien puede pensar que la elección del camino es sólo un acto trascendental y solemne que se toma de una vez por todas, en ceremonia ritual y formalista. Esta manera de pensar es residuo de esa democracia formal e insuficiente que padecemos. Las grandes decisiones históricas no suelen ser momentáneas, son obra de plebiscitos cotidianos y seculares. De cuyo alcance y consecuencias, sólo las generaciones futuras podrán ser plenamente conscientes. No poner cortapisas al río, a veces turbulento y otras remansado, de los aconteceres históricos es la única manera de que nuevas Tradiciones vayan surgiendo y de que los viejos árboles ancestrales retoñen con los injertos precisos en árboles preñados de vida futura.
Otro mimetismo, a mi juicio, ajeno a esa visión pluralista de la política es la concepción hipertrófica de las fronteras como definitorias de la esencia de un Pueblo. Lo que está al otro lado se define como lo extranjero. Nada más lejos de la realidad. Las mugas nunca han sido fisuras infranqueables. Los pueblos y comarcas que viven a ambos lados de esa raya artificial –aunque se enmascare en un monte o en río- son vecinos y parientes, cuya vida está entrelazada fuertemente. Y aunque los idiomas de los Pueblos en el que se incardinan sean diferentes, sus hablas dialectales se parecen y se influyen recíprocamente.
Así puedo ya hablar de cómo veo yo La Rioja. Es un Pueblo fronterizo. No por decisión suya, sino por los avatares históricos que la partieron para convertirse en la muga militar entre los reinos de Navarra y Castilla. No tiene, sin embargo, ninguna vocación belicosa. Es una Tierra de paz que debiera servir de puente (el símbolo más propio de su heráldica) entre los Pueblos que la rodean. Nájera, su cabeza medieval, compartió con Pamplona la titularidad del reino de los Abarcas. En el Monasterio de San Millán se escribieron hermanadas las primeras frases en euskera y en el que luego sería llamado castellano. Despeñado en Peñalén el rey Sancho por una facción de la nobleza navarra, su viuda y sus caballeros acogieron alborozados las tropas invasoras del rey castellano Alfonso VI. Y durante varios siglos los dos poderosos reinos vecinos se disputaron esta Tierra.
¿Qué queda hoy de todo eso?. Nuestro derecho privado es el castellano, con sus legítimas para los hijos, lejos de la libertad navarra de testar que ampara la transmisión del patrimonio familiar a un solo heredero. Con tierras sorianas y burgalesas compartimos las sierras de la cordillera ibérica y la cultura común de la transhumancia mesteña, hoy casi extinguida. La denominación de origen del vino Rioja y todos los problemas que conlleva es también de la Rioja alavesa y la zona navarra próxima. La Ribera tudelana y la Rioja Baja conforman un mismo paisaje geográfico y humano. Y con el vecino Aragón nos une toda la problemática del valle de Ebro, el agua, los regadíos, la agricultura y toda una forma de entender la vida, el trabajo y el ocio a la que no son ajenos tampoco los navarros.
¿Qué quiero decir en conclusión? En una futura organización de las Españas, libres y solidarias, veo a La Rioja con un autogobierno propio, pero con acuerdos de cooperación estrechos con Castilla, Euskalherría y Aragón. Servir de puente entre ellas puede que sea nuestro destino. Ojalá sepamos convertirlo pronto en un futuro real.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Nuevo Blog del Carlismo Riojano

Los tiempos son nuevos, la idea la misma
Llegados a este punto, las nuevas tecnologías nos mueven, nos informan, nos muestran, nos acercan, pero también nos marginan y nos silencian si no las utilizamos.
Hoy en día, si no estás en internet, parece que no estás en ningún sitio, parece que no existes.
Pues nosotros existimos, y queremos estar, y para ello, abrimos este blog.
Este es un momento crucial de nuestra historia, el fracaso del sistema liberal es patente y manifiesto. Los seres humanos no solo somos números en un libro contable, somos eso, seres humanos, con nuestros problemas, nuestras alegrías y tristezas, nuestras familias  y gentes, por todo ello, el revisionismo de nuestra situación nos hace mirar a una ideología que siempre ha estado ahí, el Carlismo.
Este es el momento para que te informes, te decidas y te impliques.